jueves, 28 de noviembre de 2013
Enoch Bolles
Enoch Bolles (1882-1976) fue un conocido ilustrador de pin-ups (quizás el primero) norteamericano activo especialmente en el primer tercio del siglo XX. Sus portadas para las revistas Judge y Puck y sobretodo en Film Fun son de sobras conocidas. En American Art Archive se puede ver una gran muestra de portadas de esa época.
Film Fun fue una de las primeras revistas que dedicó sus portadas a las pin up dibujadas por el gran ilustrador Enoch Bolles, uno de los ilustradores más antiguos y populares de todo el glamour y el lpin-up. Fun Film se editó desde julio de 1915 a septiembre de 1942.
Sin embargo, esto no es del todo cierto. La revista realmente nacio en 1887 con el nombre de Judge's Serials y Judge's Library reimprimió el material de la revista humorística Judge. A continuación de publicó como The Magazine of Fun antes de cambiar a Fun Film.
Fun Film era una revista de cine aunque no lo parezca. Al principio se ocupaba de películas humorísticas y en las portadas siempre aparecían cómicos que dibujó John Held, Jr. hasta 1921. En 1922 le relevó Enoch Bolles que se ocuparía prácticamente de todas las portadas de la revista hasta su desaparición en 1942.
Bolles se hizo famoso por dibujar chicas en bañador o en ropa ligera a las que la gente empezaría a llamar “pin ups” que entusiasmaban a los hombres e inquietaban a la censura de la época -por considerarlas obscenas. Los contenidos de la revista eran resúmenes de películas, biografías de estrellas y tenía un montón de fotos pero el contenido picante de la portada hacía destacar la revista sobre todas las demás.
La presencia de la belleza femenina idealizada en los productos de la cultura popular impresa estadounidense fue ganando terreno según avanzó el siglo. Pongamos varios ejemplos: Physical Culture, revista de culturismo pionero de Bernarr Macfadden aparecida en 1899, era una publicación sobre los buenos hábitos que presentaba en sus portadas a bellos y bellas modelos (por este orden) que en absoluto podría calificarse de concupiscentes, pero su editor se enfrentó a acusaciones de obscenidad por mostrar epidermis en sus portadas durante los años diez del siglo XX. En la década siguiente, con la llegada de la modernidad y la apertura de miras propiciada por la bonanza económica del país, Physical Culture modificó su estrategia y todas las portadas fueron protagonizadas por bellas mujeres en sugerente pose.
Otro caso singular fue el de Adventure Magazine, nacida en 1910, revista de relatos de aventuras que no usaba nunca la figura femenina en sus portadas, salvo entre 1915 y 1916, años en los que sólo mujeres protagonizaron las cubiertas. Golden Book, de 1925, nació como revista seria que, a partir del final de los años veinte, tuvo que distribuirse como una publicación de peor calidad, como las etiquetadas como pulps (porque se imprimían sobre papel muy barato), con el fin poder mantenerse en los quioscos durante la depresión de los años treinta. Para ello modificó sus portadas por otras de composición y contenidos más llamativos y cambió su título por el de Fiction Parade en 1935, pero murió en 1938, como la gran mayoría de revistas eróticas y pornográficas que circularon por los EE UU y Canadá.
Algo en común tuvo la prensa “picante” estadounidense de principio de siglo con respecto a la española: el modelo en el que se fijaron ambas fue el francés. Francia era considerado un país de moral más “relajada” por aquel entonces, ya que allí se hicieron populares los espectáculos de variedades con enaguas a la vista, de allí procedía el peculiar sanitario denominado bidé o la prostitución sofisticada (o sea, aseada), y de allí las más refinadas viñetas pícaras de la historieta mundial. Fueron los periódicos especializados galos que florecieron a partir del año 1900 los que avivaron el género sicalíptico en la prensa ilustrada del nuevo siglo, sobre todo a través de cabeceras como Frou-Frou, Sans-Gêne, La Vie de Garnison, Le Régiment, Paris Plaisirs, Le Sourire, Bagatelle o La Vie Parisienne, que sirvieron viñetas de autores delicados al tiempo que audaces como Arnac, Badert, Raymond Cazanave, Le Rallic y otros. Ellos inauguraron un modelo de prensa que pasó a ser conocido como “presse défouloir”.
Fueron estas publicaciones, también distribuidas en los EE UU algunas de ellas, las que inspiraron a los editores estadounidenses a inaugurar una prensa picarona y humorística que rápidamente obtuvo su público. En América, como en el resto del mundo por entonces, todo lo que llegaba de París era sinónimo de modernidad, glamour y erotismo, y La Vie Parisienne, por ejemplo, era revista bien conocida por los estadounidenses. Entre las publicaciones que intentaban atraer lectores a base de evocar aquella soñada sensualidad del otro lado del Atlántico recordamos: The Parisienne (1915-1921), Paris Nights (1924-1939), Real Story Book / Frolics / Paris Frolics (1928-1938), la muy subida de tono y única en la que se vieron pezones en las cubiertas French Night Life Stories (1933-1939) y otros títulos, que gozaron de buenas ventas hasta el final de los años treinta.
Entre las revistas que incluyeron viñetas también hubo alguna que utilizó lo francés como aval. Las más dignas de recuerdo del comienzo del siglo en los EE UU fueron Art Magazine, Whiz Bang y French Humor. La revista Art Magazine,producida en Michigan desde 1907, iba dedicada a la ilustración, el diseño y el cartooning, siguiendo los gustos de su editor, G. H. Lockwood, que a veces disfrazó los desnudos que publicaba en su interior con excusas artísticas. Aguantó con varios cambios de título hasta 1924. En 1920 nació Whiz Bang, una revista de textos humorísticos que se acompañaban con fotos e ilustraciones, que incluyó viñetas jocosas, a veces con cierto alcance picante.
La titulada French Humor, nacida en 1927, obviamenteevocaba la desinhibida cultura francesa, la idea del “humor francés” en relación con lo burlesco al tiempo que erótico. Fue una revista fundada en 1927 por un editor tradicionalmente relacionado con el arranque de la ciencia ficción, Hugo Gernsback, que en esta publicación se dedicó a reproducir viñetas y textos procedentes de varias revistas francesas de los años veinte, con las cuales tenía contratados los derechos exclusivos para su difusión en los Estados Unidos. En realidad, sus contenidos no eran tan sugestivos como se proponía en portada, eran más bien inocentes, y algunos eran ininteligibles para el lector medio porque se publicaban con sus pies en francés, sin traducir. En 1928 el título cambió por Tidbits y murió al poco.
El fenómeno good girl art alcanzó cotas masivas porque fueron cientos los títulos de revistas dedicadas a publicar noticias diversas, relatos picantes o ligeros adornados con ilustraciones de chicas en paños menores, gran parte de ellas en contextos del mundo del espectáculo, sobre el cual se creó una impresionante (y duradera) mitología que fue paralela al ascenso del cine como negocio. En 1915 arrancó Film Fun, publicación humorística relacionada temáticamente con la industria de Hollywood, y también fue el año de aparición de Breezy Stories, gruesa revista que ofrecía novelettes de corte romántico y festivo. Estos dos títulos fueron muy representativos del fenómeno, pero existieron más publicaciones de este tipo entre los años veinte y cuarenta del siglo pasado, y muchas de ellas llevaron cómics o viñetas de humor gráfico salaces.
Precisamente, los americanos también se refieren al conjunto de revistas de este tipo como saucy magazines, un subgénero del cual Phil Stephensen-Payne ha catalogado cerca de 300 colecciones en los Estados Unidos, más casi 250 en el Reino Unido (en este caso la mayoría consistieron en lanzamientos únicos o de corta numeración), que gozaron de mucho éxito sobre todo en la década de los años treinta, más precisamente entre 1929 y 1939, toda una década de crisis.
Gran parte de las revistas que explotaron este modelo de mujer pasaron a centrar sus intereses en el llamado star system, una mitomanía emanada del arte de la interpretación, no sólo en el emergente cine sonoro, también en el teatro y en la radio. La citada Film Fun fue la revista más importante de este tipo, dedicada en su primer lustro de vida a regodearse con los grandes cómicos del cine (Chaplin, sobre todo), pero a partir de 1922 adoptó un nuevo rumbo en el que se hacía eco de los cuchicheos de Hollywood y cedió gran parte de sus contenidos a la sicalipsis, con estupendas chicas en portada y con una ración de viñetas picantes en cada entrega. Durante la década de los años veinte, el recato fue la norma en Film Fun, pero avanzando en los treinta sus ilustradores y viñetistas se fueron permitiendo más atrevimientos. Todo ello hasta que llegó la escoba moralista de los cuarenta, pues fue cancelada en 1942.
Tattle Tales (1932-1938) fue otra cabecera atrevida; enseñaba los pechos de las chicas en sus cubiertas más que las demás, centrando también su atención en las aspirantes a actrices, las play-girls de Hollywood, muchachas bonitas y fáciles que despertaban la imaginación libidinosa de los hombres. Otros títulos igualmente vinculados con el cine fueron: Broadway Nights (1928-1932), que se centraba en la rutilante vida nocturna neoyorquina con sus chicas de teatro deseosas de triunfo, Movie Merry Go-Round (1936-1939) o Movie Humor (1934-1939).
De 1933 fue Cupid’s Capers, magazín especializado en mostrar mozas flexibles en posiciones imposibles. duró un par de años y destacó en especial por el arte de Enoch Bolles en sus portadas. Sin duda, Bolles fue un autor excepcional. Quizá uno de los más sobresalientes ilustradores de la década de los años treinta. Con sus chicas de rasgos marcados, mirada penetrante y ropajes ajustadísimos hacía las delicias de los compradores de revistas literarias como Breezy Stories, Snappy Stories o Gay Broadway en los años veinte y treinta, o Titter en los cuarenta y cincuenta, y es digno de destacar que ilustró números de Puck o Judge, revistas de variedades y humor en las que cupieron viñetas de tono subido, o America’s Humor, otra revista que incluyó alguna historieta seudoerótica ocasionalmente.
Todas estas publicaciones se acumularon en un corto espacio de tiempo, los siete años comprendidos entre 1932 y 1939, en los cuales cundió la depresión económica en el país. En este caldo de cultivo también floreció una nueva modalidad periodística que iba más allá de las ficciones enfebrecidas de los pulps y de las fantasías trazadas por los ilustradores de portadas, nos referimos al periodismo de cuchicheos o “prensa rosa”.
La mujer que se mostraba en estas viñetas e historietas, en todas las que proliferaron durante los años veinte y treinta en los EE UU, procedía de un decantado de simbologías que alcanzaron cierto grado de instrumentalización de la feminidad. La representación del cuerpo femenino en los EE UU vivió una transformación desde la alegoría al objeto. Es decir, al igual que en Europa su imagen fue usada en la prensa americana como prontuario de ideas o proyectos entre el final del siglo XIX y el comienzo del XX, relacionada tanto con el hogar –en hacendosa pose– como con la tecnología –haciendo el papel de musa o como “premio” al hombre que se acercaba a esa tecnología–. Según avanzó la década, y tras haber tomado como ejemplo la erótica de la mujer de la vieja Europa, surgió una mujer nueva, la eterna aspirante al plano irreal del star system, que vivía entre la idealización absoluta y la realidad a pie de calle. Esta chica era dibujada siempre muy joven y lozana, con cintura estrecha, muslos carnosos y pechos pequeños pero esféricos y duros. En los veinte no variaron las sonrisas ni las curvas, aunque ellas se mostraron más abiertas y flexibles, dispuestas para servir al hombre. En los treinta la tendencia fue la misma, pero ellas se mostraron más insinuantes aún, y como cambio sustancial le crecieron los pechos y engrosaron sus labios. En el colmo de esta hiperbolización de la sensualidad femenina en un contexto de historieta y humorístico podríamos citar los personajes femeninos de Al Capp, por ejemplo.
El cambio de paradigma en la representación de lo femenino había pasado de la mansedumbre o la feminidad hogareña, o sea de la iconización de su actividad, a la más simplista sexualización de su cuerpo. A los hombres que hacían estas viñetas y cómics no les interesaron los valores de antaño y realzaron su sexualidad. De este modo, con el andar del siglo XX, el hombre fue ganando iconográficamente en masculinidad, eclipsada su sexualidad en una genitalidad ocluida, mientras que las muchachas fueron exhibiendo cada vez más sus zonas erógenas. Miles de portadas de pulps mostraban las “dotes” de las mujeres en cualquier situación pero más aún cuando eran amenazadas, en situación de riesgo, y esto se traducía como una amenaza de su sexualidad (la desnudez expuesta y la rotura de ropas preludiaban una agresión sexual). Ellos (nosotros) se solazaban (nos solazamos) con esta representación, aceptándola. Hasta llegar al extremo, porque hasta en la caricatura todas las mujeres quedaron enrasadas por la síntesis sexualizada de sus valores.
La llegada de la II Guerra Mundial transformó este panorama, desviando el interés de la población hacia las soflamas propagandísticas durante un tiempo. La pornografía y el erotismo no desaparecieron, por supuesto, pero sí que menguó el número de pulps picantes en el mercado. Llegaba otra época. En las revistas y en los cómics fue recuperada la mujer como célula social trabajadora y también como heroína que transmitía mensajes de aliento. Pero sólo durante la guerra y nunca rebajando su talla de sujetador.
Y cuando dejaron de caer bombas regresó la “bomba” sexual, sobre todo en los cincuenta, alcanzando la sexualización icónica de la mujer elevadas cotas en los magazines de fotografía artística, variedades, chismorreos y cartoons, que abundaron mucho en esta década, y también en los comic books.
Es otra historia, aunque es una historia muy parecida.
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http://blog.johannaost.com/2011/09/18/art-enoch-bolles#image_2437
http://cheesecakeslice.blogspot.com.ar/search/label/Enoch%20Bolles
http://comicsbookstories.blogspot.com.ar/2010/04/enoch-bolles-and-several-others.html
http://enochbolles.blogspot.com.ar/
http://jankestauorg.blogspot.com.ar/2012/06/pin-up-illustrator-by-enoch-bolles.html
http://thecatsandtheberries.blogspot.com.ar/2011/08/artist-feature-enoch-bolles.html
http://thegoldenagesite.blogspot.com.ar/2012/01/enoch-bolles-1883-1976.html
http://vintage-rama.blogspot.com.ar/search/label/Enoch%20Bolles
http://www.americanartarchives.com/bolles.htm
http://www.lovelyretro.com/cultura/item/1162-magazine-film-fun-chicas-picantes-y-cr%C3%ADticas-de-cine.html
http://www.philsp.com/mags/film_fun.html
http://www.tebeosfera.com/erotismo_americano_de_los_anos_treinta_spicy_humor_magazines.html
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